tratamientos
Cirugía de glaucoma
DEFINICIóN
El glaucoma congénito es una enfermedad que provoca un aumento de la presión interna del ojo, dañando al nervio óptico, órgano encargado de transmitir la información visual al cerebro. Se suele dar en los primeros meses de vida del niño o en la primera infancia.
El glaucoma congénito tardío o infantil se manifiesta a partir de los 3 años de edad y hasta la adolescencia.
descripción
La cirugía del glaucoma congénito consiste en realizar una pequeña fístula o abertura en la parte interna y anterior del ojo, para facilitar la salida del líquido que se encuentra en él.
Esto puede realizarse dentro del ojo con un instrumento llamado goniótomo o por fuera de él, con otro denominado trabeculótomo.
Postoperatorio
El postoperatorio, como en otras cirugías oftalmológicas, no es doloroso. Durante el mismo, deben colocarse gotas en el ojo a lo largo de un mes.
Ya que el glaucoma congénito es una afección debida a una malformación en la parte anterior del globo ocular, es preciso hacer controles por el resto de la vida del paciente.
A los tres meses posteriores a la cirugía, y luego, cada cuatro a seis meses deben realizarse controles bajo anestesia general, en los que se miden nuevamente los distintos parámetros que llevaron al diagnóstico.
Éstos son: presión ocular, diámetros corneales, longitud del globo ocular y otros.
Resultados esperables
Como en cualquier otra enfermedad ocular, el éxito del procedimiento depende de la severidad del cuadro y de la precocidad en el diagnóstico y el tratamiento.
Las estadísticas internacionales muestran entre un 75% y un 80% de éxito con un solo procedimiento.
Si falla la goniotomía o la trabeculotomía, debe repetirse el procedimiento.
En casos más graves, se debe colocar una válvula.
La válvula es un dispositivo muy pequeño que se fija al globo ocular y se comunica con
el interior de éste, para facilitar la salida del líquido intraocular.
Preguntas habituales
¿Voy a recuperar la plena visión luego de la cirugía?
Al igual que en otras afecciones congénitas, como la catarata congénita, la posibilidad de mejorar la visión depende no sólo de la cirugía sino también de la rehabilitación visual postoperatoria.
Debido a los constantes avances científicos, esta información puede sufrir modificaciones.