Afecciones
Glaucoma congénito
DEFINICIóN
El glaucoma congénito es una enfermedad ocular que provoca un aumento de la presión dentro del ojo, dañando al nervio óptico, órgano encargado de transmitir la información visual al cerebro. Se suele dar en los primeros meses de vida del niño hasta los 3 (tres) años de edad.
El glaucoma congénito tardío o infantil se manifiesta a partir de los 3 años de edad y hasta la adolescencia.
síntomas
Los síntomas habituales son: el buftalmos que es el agrandamiento o elongación del globo ocular, la epífora o lagrimero, la fotofobia o molestia ante la presencia de luz, y la opacidad corneal, que hace que el iris o zona de color del ojo se vea blanquecino. Junto con ello, se produce un aumento de la longitud del ojo y, también, se presenta miopía.
Los niños o infantes con glaucoma congénito, suelen tener "ojos grandes o salientes".
causas
El glaucoma congénito es una malformacioón del segmento anterior del globo ocular. Generalmente, hay una persistencia de una membrana invisible en el interior del ojo. En otras ocasiones, el iris, la parte de color del ojo, se inserta en una posición anormal.
Se trata de una enfermedad genética. Ya se ha detectado el defecto genético en algunas familias.
En ciertas ocasiones, el glaucoma puede ser secundario a otras afecciones oculares.
tratamiento
El tratamiento del glaucoma congénito es siempre quirúrgico. Consiste en efectuar una abertura en la parte interna del ojo. Así, se crea una fístula o conducto por donde se filtrará el líquido dentro del ojo. La operacioón se denomina trabeculotomía o goniotomía.
Esta operación es exitosa, en general, en un 85% de los casos. Si bien se trata de una intervención compleja, el postoperatorio es simple. Se hace imprescindible, posteriormente, efectuar controles oftalmológicos de por vida.
Esto se debe a que un eventual aumento de la miopía, de la longitud del ojo o del diámetro de la córnea significarían que la presión ocular no se estabilizó. El tratamiento debe ser considerado como urgente, ya que la presión puede dañar el nervio óptico, afectando seriamente la visión.